miércoles, 30 de mayo de 2012

CANCIONES EN VIDEO...PARA TRABAJAR

CANCIONERO-PROYECTO LECTURAYESCRITURA

Proyecto sobre la confección de un cancionero1

Destinatarios: 1er. grado
Frecuencia mínima: no menos de dos veces a la semana.
Modalidad organizativa: proyecto2 

Introducción
 

La propuesta consiste en producir un cancionero que recopile:
canciones regionales (populares y de autores).
canciones de María Elena Walsh, elegidas por los niños. 
También podría grabarse en un CD o cassette las canciones que forman parte del
cancionero “en papel”.

El cancionero producido podría estar destinado a niños de otras regiones y dejar un
ejemplar para la biblioteca de la escuela y la comunidad.

Los alumnos a medida que avancen en la frecuentación de canciones podrán: 

o Encontrarse con la forma escrita de la canción.
o Reconocer ciertos recursos propios de un autor.
o Leer con diversos propósitos.
o Identificar la distribución gráfica del texto poético y diferenciarla de la
correspondiente a los textos en prosa.
o Intercambiar con el docente y los compañeros acerca del sentido de las
canciones.
o Seguir la lectura de una canción mientras es interpretada por un cantante y
resolver diferentes desafíos de comprensión. 
o Seguir la lectura de una canción mientras es interpretada y reflexionar acerca
de la correspondencia entre el texto oralizado y el texto escrito.
o Dictar y revisar un texto elaborado colectivamente. 
o Revisar la adecuación de la tarea.
o Escribir una parte de una canción.
o Transcribir canciones.

Las propuestas que siguen son más fértiles si “viven” en la clase por cierto
tiempo. No es la intención que cada propuesta dure un día, volver a las canciones
una y otra vez ayudará a los niños a poder leer mejor.

Esta secuencia consta de situaciones de escritura y lectura, para lograr una
mejor comunicación se optó por listarlas por separado aunque el propósito es
reorganizar con cada maestro las diversas situaciones, no es el propósito realizar
primero unas para comenzar luego con las otras.
                                           
1 Basado en ideas realizadas en la escuela Martín Buber de la Ciudad de Buenos Aires y en el
programa para escuelas Plurilingües del GCBA.
2 Proyecto: situación didáctica en la cual alumnos y docentes se encuentran comprometidos
en torno a un propósito y un producto final. Las acciones que se proponen guardan entre sí
relaciones necesarias y cobran sentido a partir de aquello que desean producir. Éste en
particular será de larga duración.


Entrar en tema
  Listar canciones conocidas

Registrar por escrito las canciones que van cantando y aprendiendo para saber
cuántas y cuáles son. Los niños —en primera instancia— escriben en sus cuadernos
aquellas canciones que son sus preferidas, las más conocidas, las más accesibles,
etcétera.

Esta situación tiene como intención dar un espacio de escritura individual y
conocer las preferencias. Puede ser que los niños no recuerden el título y escriban un
fragmento de la canción que recuerdan. En este momento cada uno escribe como
puede “de la mejor manera que puede”. En una segunda instancia, le dictan al
maestro la lista de canciones, que queda escrita y expuesta en el aula en un papel
afiche. Se irán agregando los títulos de las nuevas canciones, nombres que serán
utilizados como formas fijas.

  Hacer un “ranking” de las canciones más conocidas por todos. 
 

De la lista realizada podría quedar una más acotada con aquellas canciones que
“todos saben de memoria”.









Leer y cantar canciones conocidas por los niños

 Comenzar a cantar una canción que el maestro elige con sus niños. 

Puede seleccionar una que a él personalmente le guste, en ese caso sería
conveniente seleccionar una canción que contenga un estribillo pegadizo que permita
a los niños rápidamente incorporarse al canto.

 Traer distintos cancioneros para explorarlos para buscar canciones
conocidas.

“¿Dónde esta la canción que se llama la vaca estudiosa?
En este cancionero habrá canciones de María Elena Walsh.
Lean alguna canción que les guste.”

En esta situación se puede reflexionar sobre el portador: índice, título,
nombres de autores e intérpretes; los distintos formatos. En CD, en cassette, en
un libro o revista (¿qué se repite? ¿qué diferencias hay?).

  Leer para verificar si es la canción buscada.

   

Confección de un cancionero (1er. año)


En ocasiones esta situación es para que cada uno la cante y verifique “si esta
escrito lo que ellos conocen de la canción” otras escuchan una grabación e
intentan seguir al tiempo que es escuchada. En esta última oportunidad, podría
estar la canción escrita en un afiche y luego de escucharla plantear, por ejemplo,
para la canción, "Que llueva, que llueva” (En: Walsh, M.E. Versos Tradicionales
para Cebollitas. Alfaguara. Pág. 46):

Cantarla sin señalamientos

Cantarla con señalamientos

Localizar dónde dice chaparrón

Localizar dónde dice cueva

Localizar dónde dice cantan

El objetivo central de la intervención del docente es generar la reflexión en torno
a las argumentaciones que se suscitan. Esta situación se puede reiterar
especialmente con canciones que los niños sepan de memoria, como: canciones
populares, nanas, aquellas que aprendieron en el jardín (“Feliz cumpleaños”, La
farolera”, “duérmete mi niño”), entre otras.

  Escuchar una canción y leer dónde dice.

  En parejas con una copia de una canción conocida.

En esta situación se propone cantar una canción, después se entrega la letra impresa
por pareja de niños para identificar en el texto algunas cuestiones, por ejemplo: 

Contar de qué canción se trata y solicitar que localicen donde dice. 

Seguir la canción como lo han realizado otras veces. 

Interrumpir la audición en un momento sorpresivo y que los alumnos
identifiquen la parte del texto de la canción que corresponde a la
interrupción.

Se escuchan las respuestas de algunos niños pidiéndoles que las justifiquen. El
docente permite y guía el intercambio de opiniones:
“¿Cuántas veces se repite el título en la canción, dónde dice...? ¿Está escrito
el nombre del autor? ¿Dónde? ¿Cómo se llama?”

 ¿Cuál es cuál? 

Cada niño o grupo de niños tiene tres canciones. Por ejemplo: copias de tres letras
de canciones de M. E. Walsh: “Canción para tomar el té”, “Canción del Jardinero”,
“Canción del Jacarandá”. El docente propone:
“¿Cuál de estas tres (canciones) es “Canción del Jardinero”?

Luego, solicita justificaciones de las respuestas de los niños, sean
estas erróneas o no.

   Confección de un cancionero (1er. año)

 Leer para ordenar una canción conocida.

Primero se plantea escuchar una canción y cantarla. Posteriormente, el docente
reparte a cada uno la canción con las estrofas desordenadas, de modo que
escuchando nuevamente la canción deberán ordenarla. Para facilitar la tarea, es
conveniente seleccionar canciones que tengan una secuencia lógica temporal. Por
ejemplo, “Manuelita, la tortuga” o “El brujito de Gulubú”.
  Incluir espacios en blanco (palabras o expresiones) para identificar qué
falta y completar.

 Comparar e identificar versiones: autores e intérpretes.
 

Se trata de identificar fragmentos diferentes entre versiones, por ejemplo de
canciones de María Elena Walsh, cuya versión es la que se toma como referencia para
la escritura de las canciones, y las transformaciones de la letra que en algunos casos
realizan sus intérpretes.

 Dictar, transcribir y anotar canciones 
 Dictar una canción conocida al maestro.

El docente remite a los niños a la lista de canciones que van confeccionando con el
propósito de leerlas y tomar una, que saben de memoria, para incluirla en el
cancionero. La propuesta es dictársela al maestro para que quede registrada.
Deciden hacerlo en un papel afiche, que pueda ser leído por todos, para retomarla
en sucesivos días. Durante la escritura se retoman las intervenciones respecto del
dictado al maestro. Será importante retomar lo escrito otro día para verificar si esta
terminada la canción, para localizar “dónde dice”, para poner título y autor, si no lo
hubieran puesto.

 Escribir por sí mismo.
 

Cada niño escribe su canción preferida o parte de ella.

  Escribir de a dos.

Se reparte a cada pareja una fotocopia con dos canciones breves conocidas. Se
explica a los niños que deben elegir la que más le guste para incluir en el cancionero
y luego copiarla alternándose en la escritura. 

  Dictar a un compañero.

Cada niño selecciona una canción que le guste y se la dicta a un compañero. Si la
canción es muy larga puede seleccionar una parte. Se podría hacer en la sala de
informática.
   
Versión hasta 2008 –sujeta a revisión*
*Equipo de Lengua (2007-2008): María Elena Cuter (coord.), Cinthia Kuperman, Diana Grunfeld, Laura
Bongiovanni, Claudia Petrone, Jimena Dib.
Proyecto Escuelas del Bicentenario
Confección de un cancionero (1er. año)

  Escribir por sí mismo una parte —por ejemplo el estribillo— muy conocida
de una canción.


Para ello, se canta la canción y se la evocarla tantas veces como sea necesario. Cada
niño recibe una fotocopia con la letra sin el estribillo para completarlo. Luego, se
escucha la canción para que cada uno verifique lo que escribió.
  Desgrabar parte de una canción por dictado al maestro.

  Leer y escribir los nombres de las canciones conocidas.

En esta situación se cantar dos canciones. Posteriormente, se reparten las fotocopias
de sus letras pero sin incluir los títulos. Entonces, los alumnos tendrán que descubrir
cuál es cuál para escribir el título de cada una.

  Escribir una parte que falta de una canción.

Se entrega a cada pareja la letra de una canción incompleta por lo tanto hay que
reponer lo que falta en el texto. Quienes tengan dudas, podrán consultar con su
versión sonora.

 Canciones de María Elena Walsh

Para plantear situaciones de lectura, escritura y comentario en torno a las canciones
de María Elena Walsh se propone:
  Mesa exploratoria: María Elena Walsh entre otros autores.

Preparar en el aula, en la biblioteca o en otro espacio que el maestro
considere adecuado, una mesa de libros de variados autores para seleccionar
cuáles son de María Elena Walsh. Para esta situación, el docente confecciona
un cartel visible para todos en el salón con los nombres y el apellido de la
autora en imprenta mayúscula y carteles más pequeños con la misma
información (individual o por parejas).
Comentar la información que puede encontrarse en la tapa de un libro: título,
nombres y apellido del autor y del ilustrador, nombre de la editorial,
ilustración. El propósito es que los chicos conozcan el tipo de información
entre la cual tienen que identificar el nombre de la autora en cuestión.

Proponer a los alumnos que en parejas identifiquen los libros de María Elena
Walsh. La docente recorre las mesas de trabajo y pregunta: “¿Cómo se dieron
cuenta que allí dice...?”, “¿En qué ese fijaron?”.

Listar en un afiche varias obras de María Elena Walsh entre las cuales figuran
los libros de canciones.
   

Confección de un cancionero (1er. año)

Presentar cada libro identificado por los alumnos, leyendo su título,
mostrando su interior y leyendo algunos fragmentos para que los niños
piensen si se trata o no de canciones y por qué.

Explorar variedad de portadas de cassettes y cds. Buscar una determinada
canción en el índice. Leerla o cantarla. Si no tuvieran a disposición se podrá
elegir algún índice de libro o bien tapas de CD o cassette y localizar
información allí. Por ejemplo, para “Canción de la Vacuna" el docente podría
proponer estos planteos:
“¿Cuántas veces dice brujito?¿Dónde dice bru y dónde brujito?
¿Dice vacuna? ¿dónde? ¿hay partes que se repiten? ¿cuáles y
cuántas veces? ¿está escrito el nombre del autor? ¿Dónde? ¿Quién
es?”


Armar el cancionero
 

Para elaborar el cancionero, libro que reúne las canciones conocidas y seleccionadas
por el grupo, se proponen estas situaciones:
 Seleccionar con los alumnos las canciones que formarán parte del cancionero.

Volver a los cancioneros: reencontrarse nuevamente con estos textos ayudará
a pensar en el propio. El maestro reparte algunos y les solicita que se fijen
dónde pueden encontrar más fácilmente la lista de las canciones..., si en
algún lugar están los nombres de los autores..., si les llama la atención como
está distribuido el texto en la hoja... y que escriban esos datos para tenerlos
en cuenta al armar el de ellos. Se ofrece un espacio para intercambiar lo que
encuentran. Seguramente los niños harán referencia al índice para ordenar las
canciones, se reflexionará sobre formas de ordenarlas, por ejemplo siguiendo
el criterio alfabético, por autor o por tipo de canción. Esto se discutirá con el
grupo de acuerdo al número y tipo de canciones seleccionadas en cada caso.
Entre todos eligen el título de la producción compartida.

Escribir y revisar entre todos por dictado a la docente un prólogo para la
antología comentando el proceso de realización del texto.

Confeccionar el cancionero: se discute las partes que componen el cancionero
(tapa, contratapa, índice, carátulas...). Se distribuyen tareas para aquellas
actividades que se hayan hecho de forma colectiva, por ejemplo, un grupo de
niños copia diferentes versos de una canción seleccionada, entre todos
elaboran el índice. Cada niño va buscando sus trabajos realizados, les va
dando un orden, revisa lo que ha escrito, numera las páginas de acuerdo al
índice... el maestro coordina el proceso de armado hasta alcanzar el producto
final.
   
Versión hasta 2008 –sujeta a revisión*
*Equipo de Lengua (2007-2008): María Elena Cuter (coord.), Cinthia Kuperman, Diana Grunfeld, Laura
Bongiovanni, Claudia Petrone, Jimena Dib.
Proyecto Escuelas del Bicentenario
Confección de un cancionero (1er. año)



Para reflexionar con los maestros y los capacitadores
o ¿Por qué este proyecto podría ayudar a los niños a avanzar en la lectura y la
escritura?
o ¿Qué potencialidad tienen las consignas del tipo: ¿cuál es cuál? y ¿dónde
dice…?
o En las situaciones de lectura, por ejemplo “Que llueva, que llueva”, ¿qué
intervenciones del docente y respuestas de los niños se pueden prever?
o A medida que se desarrolla el proyecto, registrar aquellas modificaciones que
van ocurriendo.
 Bibliografía 

GCBA (2004). Diseño curricular. Primer Ciclo. Prácticas del Lenguaje (2004). Dirección de
Currícula, Dirección General de Planeamiento, Ministerio de Educación.
GCBA (1996). Documento de Actualización Curricular Nº 2. Lengua (1996) Dirección de
Currícula, Dirección General de Planeamiento, Secretaría de Educación. Apartado: “La
práctica de la Lectura y adquisición del sistema notacional” y “La práctica de la Escritura y
adquisición del sistema notacional”.
Nemirovsky, M. (1999) Sobre la enseñanza del Lenguaje Escrito… y temas aledaños. Paidós.
Castedo, M.; C. Molinari; M. Torres y A. Siro (2001). Propuestas para el aula – Material para
docentes – Lengua – EGB” Primer ciclo. Actividad Nº 2 “Lectura de un texto que se sabe de
memoria”. Programa Nacional de Innovaciones Educativas – Ministerio de Educación de la
Nación.
Castedo, M. “¿Dónde dice?”, En M. Castedo, C. Molinari y A. Siro (1999). Enseñar y aprender a
Leer. Jardín de Infantes y Primer ciclo de la Educación Básica. Buenos Aires, Novedades
educativas.
Libros Seleccionados
 Walsh, M.E. “El Reino del Revés”. Ed. Alfaguara3.
Walsh, M.E. “Canciones para Mirar”. Ed. Alfaguara.

                                           
3 Circulan diversas ediciones de los libros de María Elena Walsh. En 2005-2006, LA NACIÓN —en

DISEÑO CURRICULAR DE PRIMER CICLO

Diseño Curricular Primer Ciclo

martes, 29 de mayo de 2012

SECUENCIA DE TRABAJO

UNA SECUENCIA POSIBLE DE TRABAJO Presentación En este caso se propone una secuencia de lectura y escritura en torno al cuento Mateo y su gato rojo; y aunque no es un texto de estructura repetitiva, consideramos que por diferentes motivos puede ser rico a la hora de abordarlo para el trabajo en Boletín Abierto, en especial, porque cada niño cuenta con un ejemplar del mismo. Para el desarrollo de esta propuesta de enseñanza cada niño tiene la posibilidad de contar con un ejemplar o uno cada dos niños y de este modo tener la oportunidad de transitar por diversas situaciones de lectura y escritura con variados propósitos: • lectura por parte del maestro; • sucesivos intercambios entre lectores; • lectura en parejas, • lectura por sí mismos; • escritura por sí mismos (individualmente, en parejas) a partir de las lecturas realizadas. A lo largo del tránsito por la secuencia es esperable que los niños demuestren que les hemos enseñado: 1- Que conocen profundamente el cuento en dos sentidos: que conozcan los detalles del relato porque lo han escuchado leer un número exagerado de veces y que conozcan el libro, en qué página encontrar cada expresión, porque han seguido la lectura y revisado el libro por sí mismos y a pedido del maestro, en busca de ciertos datos solicitados por el maestro en el contexto de la secuencia. 2- Que pueden localizar en el cuento ciertos fragmentos significativos, divertidos, importantes. 3- Que han realizado junto con el docente listados de elementos que aparecen en el relato y los mismos aparecen en el lugar de trabajo como parte del ambiente alfabetizador. 4- Que han realizado múltiples escrituras a partir de las múltiples lecturas de Mateo y su gato rojo, y que, como producto de las mismas, aparecen en el espacio repertorios de palabras a los que los chicos ubican muy bien y pueden tomar como referencia en el momento de abordar distintas propuestas tanto de lectura como de escritura. 5- Que se atreven a emprender escrituras por sí mismos: a- de palabras como pueden ser los personajes y elementos que aparecen en el cuento y b- escrituras intermedias. 6- Que escriben de manera relativamente completa un listado no menor de ocho o diez palabras de las que se han trabajado en el cuento y que pueden acudir al ambiente a fin de completarlas, corregirlas etc. Los momentos son instancias donde prevalece lo que se enuncia en el título, pero en los mismos siempre se alternan situaciones de lectura y de escritura. Es factible que esos momentos en algunas ocasiones perduren más de una clase. El maestro presenta el libro, hace referencia al título y al autor. Comenta con los niños que éste es uno de los libros que este año cada uno de ellos se llevará para su propia biblioteca familiar, para compartir con las familias, para leer en las vacaciones. También el maestro pregunta si alguien lo conoce. Si alguno de los niños lo conoce y recuerda, el docente les puede comentar que sería bueno volverlo a leer para recuperar algunos detalles, para que los compañeros que no lo conocen lo hagan, etc. Los maestros escriben los datos del autor y del nombre del libro en un afiche para que quede disponible como referencias seguras. Durante la lectura Los maestros leen el cuento completo sin saltear párrafos ni sustituir palabras variando el tono de voz para marcar los cambios de personajes, sus estados de ánimo, los diferentes climas de la historia. Procuran transmitir con la lectura el efecto que el cuento le produce al lector: miedo, sorpresa, tranquilidad, emoción… Prestan atención al interés y otras reacciones de los niños durante la lectura Después de leer Inician el intercambio partiendo de una contribución de un niño, si la hubiese, en la medida que suponga un desafío para todos. O bien, comenzar desde las emociones, efectos, impactos que ha causado la historia, algún pasaje, diálogo o personaje en particular. En todos los casos, se trata de una impresión global sobre lo leído para ir profundizando en desentrañar el sentido del texto. Se podría comenzar el intercambio con una pregunta abierta que permita al docente observar por dónde “entran” los niños al texto, como por ejemplo: “¿Por qué el gato y el ratón del cuento habían perdido su sonrisa?” o bien, ¿Qué cosas dibuja Mateo para que el gato rojo esté contento y feliz?” Comunicar el propio impacto o apreciación del maestro: Me gustó mucho cuando Mateo dibujó un ratón para que el gato se sintiera feliz. Pero preocupado agregó un cartel a su dibujo. ¿Qué decía ese cartel? (“En medio del sueño otra idea lo sobresaltó: abrió el cuaderno y agregó un cartel: POR FAVOR NO ME COMAS”.) ¿Se acuerdan dónde está esa parte? busquemos en el texto donde está. O bien Me gustó mucho cuando el gato y el ratón se hacían compañía, ¿Se acuerdan qué cosas hacían juntos?, (“Ahora se hacían compañía. // A veces encontraba al ratón en el lomo del gato o al gato lamiendo al ratón”). Busquemos en el texto donde está esa parte, se los leo y me paran dónde eso aparece. Es decir, sostener y profundizar el intercambio volviendo al texto y discutiendo sobre lo leído con todo el grupo (por lo que dice, por cómo se dice). Es interesante releer en voz alta y para todos con distintos propósitos: para hacer notar la belleza de una expresión o advertir la intervención de un personaje o la parte más atrapante de la historia; para precisar una interpretación que resulte dudosa o para confirmar o rectificar apreciaciones diferentes cuando se genera una discrepancia entre los niños. ¿Por qué Mateo ya no dormía y espiaba entre las hojas de su cuaderno? ¿Qué comprendió Mateo después de tanto pensar? ¿Por qué Mateo finalmente dibujó una ventana, una luna y un cielo de estrellas? Como el cuento tiene una diagramación y textualidad muy rica (diferentes tipos de letra; juego entre colores en la tipografía rojo- negro- blanco; estrategias de ilustración propias de la historieta cuadro a cuadro en algunos fragmentos; resaltamiento de palabras clave ya sea por color o por subrayado, onomatopeyas con una diagramación vistosa, etc.) será interesante focalizar en algunos aspectos significativos. Además, el final requiere necesariamente de inferencias por parte del lector: abre a una imaginación desplegada por la belleza de la narración (¿qué era lo que ponía tan triste a gato rojo y a ratón? ¿Qué es lo que Mateo finalmente comprende?¿ etc.) y que no se desprende directamente del texto. Algunas actividades posibles son, por ejemplo, en la parte en que dice “Pero al cabo de un tiempo, tanto el ratón como el gato habían perdido su sonrisa”, preguntarles por la forma en que gráficamente las autoras dan cuenta de ese paso del tiempo (lo que puede llevar a hacer una descripción escrita de esas ilustraciones secuenciadas). Compararlo con la estrategia gráfica en el momento en que Mateo está pensando acodado en la baranda. (“Estuvo pensando largo tiempo... hasta que comprendió.”). Al comienzo y al final, se reiteran algunas palabras y estructuras, pero con modificaciones: “A Mateo le regalaron un cuaderno de tapa dura y páginas blanquísimas, sin líneas, que invitaban a dibujar” /// “A la mañana siguiente, las hojas de su cuaderno volvieron a ser blanquísimas, sin líneas, y lo invitaban de nuevo a dibujar”. En el medio, en el acontecer del relato, algo pasó, algo se modificó. Es posible analizar con los chicos estos sutiles cambios en la escritura (“volvieron a ser...”, lo invitaban de nuevo.... etc. ) y pensar los motivos de esta elección textual. Los maestros les cuentan a los niños que recibirán un ejemplar del mismo libro que estuvieron leyendo en la última sesión de lectura. En este momento es importante que tengan un tiempo para explorar el ejemplar en sus manos. Que lo abran, lo miren y lo abran y lo vuelvan a mirar varias veces para que se encuentren con pasajes conocidos, con ilustraciones que seguramente permitirán evocar el relato. Cuando los maestros consideren que pueden retornar a una instancia colectiva, solicita que cada uno en su ejemplar lea dónde dice Mateo y su gato rojo, dónde el nombre del autor , de dónde hasta dónde está el nombre y el apellido. Pide justificaciones sobre cómo advierten que allí dice eso que estaban buscando, alienta a los que no marcan el segmento adecuadamente o se muestran inseguros busquen en el cartel del aula dónde dice. Antes de comenzar a leer todo el cuento se sugiere que localicen ciertos pasajes ya muy conocidos por los niños a modo de tener los “más a la vista” para cuando se haga la lectura sostenida por parte del maestro y ellos la sigan. Por ejemplo: el inicio, el fin. Algunos fragmentos con letra especial que rompe con la tipografía general (“prrrrrrrrrrrrrrrr”; “¿TENDRÁ HAMBRE?” , “A la noche se le ocurrió una buena idea”; “POR FAVOR NO ME COMAS”, etc. Al leer, el maestro está cerca del grupo de niños para seguir la lectura, va indicando por dónde va leyendo y reorienta cómo van siguiendo la lectura. En esta instancia los niños ya han tenido muchas oportunidades de escuchar leer el cuento, de tenerlo en sus manos y de haber localizado ciertos fragmentos. Los maestros podrían: • Retomar la pregunta realizada anteriormente: ¿Qué cosas dibuja primero Mateo para que el gato rojo esté contento y feliz? Vamos a ver dónde dice qué dibuja Mateo. O bien “Cuando finalmente comprende, ¿qué cosas dibuja Mateo para su gato rojo y su ratón?” y solicitar a los niños que localicen dónde dice que eso sucede. Buscar pistas en el texto. Para algunos niños será necesario que el maestro circunscriba el/los pasajes señalando en qué página hallarlo. • En la página XXX (nota: el libro no está numerado, por cuanto el docente tendrá necesariamente que mostrar en caso que la actividad lo requiera, la página exacta pertinente) aparecen algunos elementos que Mateo dibujó a su gato: pelota saltarina; ovillo de lana, almohadón mullido. ¿Dónde están escritos? Los maestros dan tiempo para que cada uno con su ejemplar busque dónde dice y puedan dar `pistas de como advirtieron que ahí dice lo que dice. • Se puede buscar en el texto dónde dice que (diferentes ejemplos posibles): tanto el ratón como el gato habían perdido su sonrisa; donde dice que dibujó una ventana, luna y cielo con estrellas (encontrar, analizar, reflexionar acerca de palabras clave, etc.) • Leer entre todos y con el texto a la vista determinado fragmento completo que resulte interesante (por ejemplo el momento en que a doble página Mateo no puede conciliar el sueño, previo a la idea final que resuelve el relato) Seguramente en el aula ya estarán escritas y a la vista de los niños algunas frases y palabras significativas del texto que conformarán, a medida que se utilicen al momento de escribir en otro repertorio disponible del ambiente alfabetizador con el que ya cuentan los niños. Otras sugerencias posibles: • Listar los animales que participan en el cuento (gato y ratón) • La lista de los objetos que Mateo va dibujando en el orden que aparecen para que el gato recupere su sonrisa (plato, almohadón, ovillo, pelota) • Listar los objetos que Mateo dibujó cuando el gato y el ratón perdieron su sonrisa (ventana, luna, cielo, estrellas) • Opciones para escrituras en parejas o por sí mismo: ¿Qué parte de ratón te sirve para ratoncito? (lo mismo con: cuaderno; gato; pelota, queso, ovillo, cielo, estrellas, etc. etc.) • Escribí qué cosas hacían juntos el gato y el ratón. (algunas de las escrituras están en el libro por lo que los niños pueden ayudarse recuperando la página donde se encuentran) (anexo 1) Otras requieren de escrituras que no están presentes pero sí incluyen palabras que están en el cuento y los niños pueden recuperarlas, si lo necesitan, como fuente de información. Por ejemplo: “jugaban a la pelota”, “tomaban la leche y comían queso” (anexo 2) • Reescribir un episodio de la historia por ejemplo: - “Escribí qué otras cosas hubiera dibujado Mateo para su gato y su ratón?” -“Escribí qué pasó con gato y ratón luego que Mateo les dibujó la ventana y el cielo estrellados” -“Escribí qué habrá dibujado Mateo cuando vio finalmente que las hojas de su cuaderno volvían a ser blanquísimas `y lo invitaban a dibujar´?” -¿Qué estarán pensando el gato y el ratón? (anexo 3) • Situación de copia: ¿Qué dice el cartel del ratón? Podés ayudarte con el cuento.(anexo 4) • En una de las páginas Mateo pensó en lo que gato necesitaría para ser feliz (ovillo, almohadón, etc.): escribí lo que dibujó y los motivos por lo que dibujó. Recordá que podés ayudarte con el libro. (Si ni logra evocarlo el maestro lee esa parte). • Recomendá por qué otro niño debería leer este cuento. • ¿Qué les contarías a otros nenes que no conocen el cuento?